La paloma que generalmente es la que habita en nuestras ciudades es la Bravía, esa gris con la rabadilla blanca y dos líneas negras en el extremo de sus alas y patas rojas y con la cabeza verde. Se trata de una paloma que se adapta muy bien al medio y que no necesita mucho espacio para posarse, usando para habitar huecos de ventilación, cornisas o espacios similares. No necesita realmente un nido, pues pueden aprovechar cualquier superficie para convertirlo en base del mismo.
Seguramente habrás escuchado eso de que las palomas son ratas con alas debido a las enfermedades que son capaces de transmitir, pues pueden asociársele más de 50 enfermedades. Al ser animales que viven en grupos de cientos de aves, al posarse sobre edificios, pueden no solamente ensuciarlo con sus excrementos, sino que estos pueden llegar a deteriorar de forma importante la superficie sobre la que se poseen.
Otra ave que se puede convertir en plaga por la gran cantidad de pájaros que hay es la tórtola turca. La gran expansión experimentada por la Tórtola Turca Streptopelia decaocto que desde el Asia Menor invadió Europa oriental, ha llegado al fin a la Península Ibérica. Sus actividades son muy similares a las demás tórtolas. Es notablemente más mansa que la Tórtola Europea y fuera de la época de la reproducción resulta muy gregaria, formando pequeños grupos que comen en el suelo de campos, carreteras y con preferencia por suelos libres de vegetación. No son infrecuentes bandos de hasta 50 individuos y muy a menudo se posan al descubierto en cables del tendido eléctrico, postes, cercas, antenas de televisión, chimeneas, aleros, muros, palomares, etc. Vive en plena campiña, sobre todo en zonas suburbanas de ciudades grandes y pequeñas y en muchos pueblos, incluso en el interior de parques y jardines, aunque estén en zonas superpobladas y de intenso tráfico
El estornino es otra especie que provoca daños. Se trata de un pájaro de cola corta y que mide entre 19 y 22 cm. Este ave puede vivir tanto en el campo como en la ciudad, y hace su nido en oquedades de cualquier edificio.
El principal inconveniente que provocan en los núcleos de población urbana es el ruido que generan, así como la gran cantidad de excrementos que defecan no solamente en parques y edificios, sino por la calle, tanto, que a veces es necesario utilizar paraguas. Están asociadas a ellas hasta 25 enfermedades.
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